La policía detuvo al jugador Jonathan Irala de Midland y lo retuvo en la comisaría. Así, el atleta nunca pudo llegar al partido contra Argentino de Merlo.
El futbolista se paró en la calle y esperó a que un amigo fuera al partido. Un patrullero se detuvo frente a él, del cual bajaron los policías y dijeron que era sospechoso de robar autos. A pesar de las palabras del futbolista de que se dirigía al partido, fue detenido, en referencia a las cámaras de circuito cerrado de televisión que presuntamente capturaron al deportista de 22 años por acciones ilícitas.
Me retuvieron en la comisaría de Irala durante 2-3 horas, durante las cuales ni siquiera les permitieron ponerse en contacto con mis familiares y el entrenador para denunciar el incidente. Las autoridades también se negaron a soltar y explicar los detalles de lo sucedido. Antes de salir en libertad me trajeron un papel para que lo firmara, pero no me dejaron leerlo. Tuve que poner mi firma y me dejaron ir. Menos mal que no pasó nada más, resume el deportista.
Al comentar sobre el incidente, el futbolista señaló que iba a tomar medidas para resolver el conflicto, ya que estaba indignado por el comportamiento de las fuerzas del orden. La detención fue absolutamente infundada, sin mencionar la detención en la estación. A Irala le molesta que la policía, en lugar de cumplir con sus tareas directas, atrape a gente común que va a trabajar.
